El bienestar animal contribuye significativamente a la protección de los animales, ya que procura el crecimiento sano y la protección del sufrimiento innecesario en una relación armónica y ética entre los seres humanos y los animales. 

Respetar las necesidades emocionales y físicas de los animales, sean de compañía o no, contribuye al bienestar animal. La relación entre los humanos y los animales de forma ética, afectiva y responsable es fundamental para ambos y se procura desde entornos adecuados, alimentación apropiada y suficiente, como la atención sanitaria veterinaria, la libre expresión de sus intenciones y comportamientos.

En cuanto a las personas significa una mejora de la calidad de vida por la relación afectiva que nos proporcionan y reducimos el riesgo de la transmisión de enfermedades cuando los animales reciben un cuidado adecuado.

El bienestar animal debe ser una apuesta decidida para contar con espacios más sostenibles y saludables para los seres vivos donde la humanidad forma parte.